sábado, 12 de septiembre de 2015

La nube, ese lugar mágico por el que muchas de las grandes compañías están apostando se encuentra en servidores en edificios, a veces bajo tierra e incluso en ocasiones bajo el agua Servidores donde cada vez encontramos más aplicaciones que no necesitan ser instaladas en nuestro ordenador por lo que podemos acceder desde a editores de imágenes hasta a suites ofimáticas e incluso sistemas operativos vía web.

Sin embargo uno de los principales usos de la nube y el que más rápido se ha adoptado tanto por empresas como por particulares es el de poder almacenar archivos fuera de nuestros ordenadores, ya sea para ahorrar espacio, como copia de seguridad de los que tenemos alojados en nuestros discos duros, para sincronizar y acceder a archivos desde cualquier localización o para tareas colaborativas como compartir un fichero con múltiples usuarios o elaborar un proyecto entre varios.


Por ello desde las primeras opciones disponibles el número de servicios se ha multiplicado y hoy en día nos encontramos cada poco con un nuevo rival de Dropbox (por haberse convertido éste en el servicio de referencia). ¿Cuál elegir entonces? 

Dropbox. Como hemos dicho Dropbox es hoy en día el todo en uno por excelencia entre los servicios de alojamiento en la nube y gracias a él conseguimos tener una copia en la nube de los archivos que guardemos en la carpeta creada en nuestro ordenador, tan sencillo como eso.
Podremos crear carpetas privadas pero también tener una carpeta pública donde cada archivo subido (o carpeta) tendrá un enlace para que pueda ser descargado (Dropbox incluso incluye su propio acortador de direcciones desde la interfaz web) incluyendo así mismo la gestión de las distintas versiones de un archivo que vaya siendo modificado. Así mismo también podstreaming entre otras funciones.
remos crear carpetas compartidas entre usuarios de Dropbox de forma que el contenido de la carpeta pueda ser modificado por cualquiera de los usuarios de la misma. Se podrán crear también galerías de imágenes y reproducir música en

Ventajas de un disco duro virtual:

  • Sistema de almacenamiento de archivos a los que tendremos acceso desde cualquier ordenador.
  • Interfaz: la apariencia del sistema de carpetas del disco duro virtual es muy similar al de cualquier sistema operativo, por lo que la navegación no resulta compleja.
  • Sincronización de archivos (no todos los discos duros virtuales que existen actualmente ofrecen este servicio): podemos elegir qué carpetas de nuestro ordenador se van a sincronizar con el disco duro virtual. De esta forma, cualquier cambio que hagamos en las carpetas de nuestro ordenador se va a reflejar en el disco duro virtual.
  • Capacidad de almacenamiento: dependiendo del disco duro virtual que elijamos tendremos más o menos capacidad de almacenamiento gratuita, presentándose la posibilidad de aumentarla ligeramente realizando ciertas acciones tales como invitando a otros usuarios al servicio. Si necesitamos aumentar la capacidad considerablemente tendremos que optar por la opción de pago.
A veces es más importante elegir un disco duro virtual de todos los que se nos ofrecen en la red por su funcionalidad más que por su capacidad.
  • Compartir archivos: mediante varias opciones, como puede ser facilitando urls públicas o vía correo electrónico.
  • Previsualización de archivos: dependiendo del disco duro virtual podremos previsualizar ciertos tipos de archivos.

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